El extraño sueño de Ana (parte 2)
La vida de Ana no fue fácil. Su padre murió antes de ella nacer. Su madre había estado de novia 7 años con él, pero la familia no la queria. Su madre en su juventud era hermosa y algo ingenua. Al morir el marido la joven queda embarazada pero como las lenguas son así... Hasta la propia madre del difunto se atrevió a decir: -Ahora sé que los muertos preñan. Ana nació 7 meses luego del fallecimiento de su padre pero su familia paterna se hizo la desentendida, como es de esperarse se corazones fríos y ególatras.
Ana abraza a su pequeño. Ahora son sólo ellos contra el mundo.
El féretro es depositado en el oscuro foso. Ana trata de mantenerse en pie pero sucumbe a un desmayodesmayo. Un brazo la socorre para no golpearse contra el piso. Ana lo abraza y llora desconsolada. La figura corresponde a Muhel. Ana balbucea: - espero que esto sea solo un sueño. Muhel permanece callado. Las personas se despiden de Ana y Miguel, su pequeño hijo. Ana esta en un estado alterado reconoce a todos pero no habla con ellos.Maestros de escuela. Compañeros de trabajo. Vecinos. Todo le parecía ser solo un sueño.
La noche cae y Muhel acompaña a la mujer e hijo a su casa. Ana dando la espalda dice: - Ahora puedes irte. El hombre responde: -Aun crees que todo es un sueño?
Ana se desviste y se mete a bañar ante la mirada de Muhel.- sabes que estoy aquí.- Tu no existes, eres un sueño, un producto de mi imaginación.Termina debañarse y se viste pata dormir. Ana se fija que Miguel este dormido y cae junto a el abrazándolo.
Por unos días la vida de Ana transcurre sin su madre. Su monótona y triste existencia se limitaba a llevar a su hijo al parque y comer pizza. En las noches deseaba que todo fuera un triste sueño y despertar, pero no fue así.
Ana enciende la televisión y las noticias son traumáticas y devastadoras. Incendios en varias partes del mundo. Volcanes fuera de control y terribles inundaciones y terremotos. Pareciera que el apocalipsis llegó o la tierra entera se volvió loca. En su ciudad hay levantamientos violentos y los muertos aumentan hora tras hora. El ruido de las detonaciones de manifestantes y policías es aterrador. - Es hora de irnos! -gime una voz a sus espaldas.
- Vete o llamo a la policía! Ya esto es demasiado! Maldito perturbado mental! Ana toma el teléfono pero una mano se lo quita. Muhel luce mas decidido que nunca y revisa la casa: - Vine por el niño. Tu puedes hacer tu vida normal.- No se a que oscura secta pertenezcan vete ahora mismo de mi casa o no respondo.
Ana une la acción a la palabra y armada con un palo de escoba le agredeagrede. El hombre con gran habilidad se resiste pero Ana sin mas ni más parece una experta en artes marciales. Muhel logra inmovilizarla arrinconandola a la pared pero Ana expele toda su furia destellando una bola de luz que sale de su cuerpo.
Muhel esta sorprendido y exclama: - eras la joya del Señor Waldemar. Por que dejaste perder oportunidad. -Otra vez el mismo cuento? Ana empieza a recordar las sesiones con Waldemar. Y grita eufórica: - Deja de meter cosas en mi mente!
- No tengo tal poder soy solo un elegido no un demonio.
Una estruendosa detonación los hace tambalear. Ana corre a buscar a su hijo a la escuela le importa un pepino si esta soñando o no. Las bombas están lloviendo sobre la ciudad. Son misiles de uso militar. La gente en las calles grita y corre!Corre y grita!
Muhel corre tras ella: ESTAS LOCA MUJER ESPERA!
- VADE RETRO! - grita la mujer y expulsa nuevamente una descarga de energía contra Muhel. Este la esquiva y continúa la persecución.
Muhel esta sorprendido: DEBISTE HACER ESTO HACE MUCHO!
El hombre de cabellos rojizos logra capturar a la histérica dama y se transportan al campo aromático.
Ana en lugar de agradecer esta a punto de desgraciarse en Muhel quien le logra tomar de las muñecas de las manos: - Escucha Anabel! Eso que acabas de ver es solo el inicio. El mundo sera barrido literalmente.
Los buenos ángeles nos ayudaran si y solo si y solamente si nosotros
también luchamos. Los demonios están invadiendo a millares la tierra y
nosotros debemos hacer lo que sea para protegernos. Se te eligió hace
mucho pero preferiste darle gusto a tus instintos. De una patada lo
manda a volar.
-ANABEL, MUHEL BASTA,BASTA!- el descomunal Waldemar con sus túnicas llamativas nos detiene.
Ambos
corran a purificarse que vergüenza! A ti Ana no te disculparé a pesar
de tu dolor... Le das mal ejemplo a tu hijo. Y a ti Muhel, llevas muchos
años aquí y parece que inicias tu entrenamiento.Si siguen en su mal
ejemplo serán expulsados de este santo lugar.
-Donde esta mi hijo! Replica Ana con desesperación.
El anciano africano le replica: A salvo!
Te reunirás con él. Y cumplirás lo acordado con la guardiana. Ahora ve a purificarte y lava bien esa boca.
Dos hombres vestidos de negro los escoltan. Un tercero llega con Waldemar y le agradece el haber detenido la confrontación.
El primer peldaño del cielo. Era un lugar santo. Los elegidos viven
como en la tierra. Pero si no abandonan la toxicidad de la tierra no
podrán avanzar en su crecimiento y no alcanzaran un estado mas puro del
alma.
La
tarde apacible sin fin, empezaba a arrullar a las aves. Ana esta
sentada a orillas de la piscina de la purificación. Sus ojos
entristecidos por la noticia no hacen mas que sollozar. En ese sitio, la
antesala del cielo, el primer peldaño de paraíso parecía no importar a
nadie el destino de los habitantes del planeta. Ana entendía que eran
seres superiores. Donde la tristeza y el dolor, el abatimiento y la
angustia ya no tenían razón de ser. Así mismo la compasión y la
misericordia habían abandonado a esos extraños seres de luz. Ana no
podía consentir que los ángeles pudieran ser tan huecos.
La
tierra en esos momentos esta siendo consumida. Gigantescas marejadasa
arrasaban con ciudades enteras. Volcanes haciendo erupciones tan
violentas que los habitantes aledaños morían víctimas de los gases y
magma.
La
batalla entre los seres angélicos y los demoniacos arrancaban grandes
pedazos de corteza con todo lo que en ella se encontraba. Ana sudaba y
su corazón palpitaba con imaginarlo.
Uno
de los hombres de negro la escoltará, no sabia si su desafuero fuera
causa de expulsión. A atraviesan el colosal corredor de las almas. Y
llegan al lugar donde estaban las cabañas. Ana observa algo extraño para
ese sitio había muchas personas. Muchas. De distintos lugares. Sin
pensar corre por la pastura y llega con la muchedumbre.
- ¡Te falta mucho por aprender!
-
¿No me has causado suficientes problemas?- responde exhalando todas sus
frustraciones a Miuhel. A lo que el hombre responde: -¡ Deberias
llamarte afortunada! Esas personas son elegidos igual que nosotros pero
han pasado por el mayor trauma imaginable. Han visto la destrucción de
la humanidad. Un buen numero no tuvo suerte. A partir de ahora se les
re-educará.
-¿Re-educar?-
replica Ana, a lo que Miuhel responde en tono sarcástico.- No volverán a
cometer el error por segunda vez. -¿Quienes? - ellos- viendo a los
hombres de negro.
Cuando
Dios creó al hombre lo hizo pensando en que El mismo tomaría un cuerpo
humano. Pero el ser humano cometió la vileza de creerse a si mismo igual
a Dios. Los que acaba de ocurrir se conoce como La gran Purga o
purificación. De allí los sobrevivientes tendrán que re- aprender.
Olvidar y corregir errores del pasado. Volver a empezar. ¿Imagina lo que
les va a costar? ¿Dejar de usar sus autos y su dinero? ¿Dejar su
tecnología para volcarse a Dios? - ¡Hablas con tanto dolor que asustas!-
responde asustada Ana.
-El
peligro aun no ha pasado. Lo que viste aun no ocurre pero pronto
ocurrirá. De esos elegidos no creo que todos estén en capacidad de
discernir los acontecimientos. Iniciaré de inmediato el entrenamiento.
No quiero que me impongan un alumno más. ¡Ya conoces el camino! Ve
preparando la cena. ¡Ya nos rellenaron la despensa!-gira y se aleja
perdiéndose en la multitud.
Ana esta desesperada, aturdida, confundida, temerosa... Camina hacia la casa casi intutivamente como si ya hubiera caminado mil veces por allí. Le asusta que algo le ocurra a su hijo mientras no está con él. Absorta en sus pensamientos va cuando escucha voces. Levanta la vista y puede ver las otras casas de la colina ya habitadas. Esto aumenta sus preocupaciones.
Un suave ¡Hola! la hace voltear. Una pequeña mujer de unos 25 años la está saludando. Es tan menuda y parece ser asiática por sus rasgos. Ana le devuelve el saludo.
-usted debe ser Ana... Es un honor para mí ser su vecina.
Ana está confundida. No entiende lo que la diminuta mujer le quiere decir.
La mujer con una gran sonrisa proseguia:
-He oído hablar mucho de usted y su hijo. Mi nombre es kumiko Fumikawara. Seré su vecina. Me acaban de elegir para enseñar a los niños.
Ana trata de salir de su asombro, no que la chica sea maestra o japonesa. Cosa que era muy obvia. Sino que se dirigiera a ella con tanta emisión.
¡Claro! - responde Ana - yo igual acabo de llegar. Y si puedo servir en algo estoy dispuesta.
Ana entra a su casa e invita a su nueva amiga a pasar. Llega a la cocina y encuentra unas lindas tazas de cerámica para té. Ana busca y le sale al paso una caja de té verde. ¿Que significa esto? Pero no esta para dudar y en pocos segundos sirve el té.
- ¿De donde eres Kumiko san? ¿Lo dije bien?
-Si, lo dijo usted bien Ana sama, soy de Okinawa. Fuí elegida en sueños igual que usted Ana sama . Muy pocos elegidos son raptados o abducidos como popularmente le dicen. Miuhel fue abducido y traído desde niño. Usted y él son muy populares entre los elegidos. Mi maestro es Aldair,el hijo de su maestro. ¿No estoy hablando mucho? Soy muy parlanchina ( se sonroja)
-¡Al contrario! He estado muy confundida y sola. No se si estones real o un sueño muy largo...Dime kumiko san...¿Que ha pasado en el mundo exterior?
Ana sama... ¿ Usted no lo sabe? Las cosas están muy mal. Ya la guerra se está librando. Por eso muchos hemos sido elevados a este cielo. Debemos prepararnos...sino también este cielo estará en peligro.
Kumiko estuvo poco tiempo y se retira a su casa. Justo a unos metros de la casa de Ana. Ana volvió a su realidad y estaba nuevamente preocupada por su hijo. De pronto ve a su hijo y a keylor llegar todos lleno de tierra y lodo y otras cosas que mejor no especular.
-¡Mami! ¡Estuvo genial! ¡Keylor sabe dar patadas y todo! Había unos chicos usando espadas y armaduras y estaban entrenando mucho.
-¡Por todos los santos! ¿Que les hiciste?¿Que les estas metiendo en la cabeza?
-Se llama ENTRENAR. ¿Que parte no comprendes? No les estoy enseñando nada extraño de lo que se supone les asegurará la vida.
- ¿Esto asegurar la vida? Debo estar loca y ya me encerraron en un manicomio Dios mio! Ana empieza a recordar su propio entrenamiento. En sueño ella también había recibido ese entrenamiento, pero lo había olvidado.
-Dime... ¿Es necesario el exceso de violencia?(por sus mejillas corrían un par de lágrimas)
-Puedes inscribirte como maestra en la escuela. Nos sería de mucha ayuda. Están entrando muchos nuevos elegidos y necesitamos ayuda.
Miuhel toma de las manos a Ana y sube hasta completar un suave abrazo. Ana siente como una brisa que refresca su corazón. Ese hombre sudoroso y sucio ha apaciguado sus temores.
-¡Vayan a lavarse! Prepararé la cena.
Continuará...
Ana esta desesperada, aturdida, confundida, temerosa... Camina hacia la casa casi intutivamente como si ya hubiera caminado mil veces por allí. Le asusta que algo le ocurra a su hijo mientras no está con él. Absorta en sus pensamientos va cuando escucha voces. Levanta la vista y puede ver las otras casas de la colina ya habitadas. Esto aumenta sus preocupaciones.
Un suave ¡Hola! la hace voltear. Una pequeña mujer de unos 25 años la está saludando. Es tan menuda y parece ser asiática por sus rasgos. Ana le devuelve el saludo.
-usted debe ser Ana... Es un honor para mí ser su vecina.
Ana está confundida. No entiende lo que la diminuta mujer le quiere decir.
La mujer con una gran sonrisa proseguia:
-He oído hablar mucho de usted y su hijo. Mi nombre es kumiko Fumikawara. Seré su vecina. Me acaban de elegir para enseñar a los niños.
Ana trata de salir de su asombro, no que la chica sea maestra o japonesa. Cosa que era muy obvia. Sino que se dirigiera a ella con tanta emisión.
¡Claro! - responde Ana - yo igual acabo de llegar. Y si puedo servir en algo estoy dispuesta.
Ana entra a su casa e invita a su nueva amiga a pasar. Llega a la cocina y encuentra unas lindas tazas de cerámica para té. Ana busca y le sale al paso una caja de té verde. ¿Que significa esto? Pero no esta para dudar y en pocos segundos sirve el té.
- ¿De donde eres Kumiko san? ¿Lo dije bien?
-Si, lo dijo usted bien Ana sama, soy de Okinawa. Fuí elegida en sueños igual que usted Ana sama . Muy pocos elegidos son raptados o abducidos como popularmente le dicen. Miuhel fue abducido y traído desde niño. Usted y él son muy populares entre los elegidos. Mi maestro es Aldair,el hijo de su maestro. ¿No estoy hablando mucho? Soy muy parlanchina ( se sonroja)
-¡Al contrario! He estado muy confundida y sola. No se si estones real o un sueño muy largo...Dime kumiko san...¿Que ha pasado en el mundo exterior?
Ana sama... ¿ Usted no lo sabe? Las cosas están muy mal. Ya la guerra se está librando. Por eso muchos hemos sido elevados a este cielo. Debemos prepararnos...sino también este cielo estará en peligro.
Kumiko estuvo poco tiempo y se retira a su casa. Justo a unos metros de la casa de Ana. Ana volvió a su realidad y estaba nuevamente preocupada por su hijo. De pronto ve a su hijo y a keylor llegar todos lleno de tierra y lodo y otras cosas que mejor no especular.
-¡Mami! ¡Estuvo genial! ¡Keylor sabe dar patadas y todo! Había unos chicos usando espadas y armaduras y estaban entrenando mucho.
-¡Por todos los santos! ¿Que les hiciste?¿Que les estas metiendo en la cabeza?
-Se llama ENTRENAR. ¿Que parte no comprendes? No les estoy enseñando nada extraño de lo que se supone les asegurará la vida.
- ¿Esto asegurar la vida? Debo estar loca y ya me encerraron en un manicomio Dios mio! Ana empieza a recordar su propio entrenamiento. En sueño ella también había recibido ese entrenamiento, pero lo había olvidado.
-Dime... ¿Es necesario el exceso de violencia?(por sus mejillas corrían un par de lágrimas)
-Puedes inscribirte como maestra en la escuela. Nos sería de mucha ayuda. Están entrando muchos nuevos elegidos y necesitamos ayuda.
Miuhel toma de las manos a Ana y sube hasta completar un suave abrazo. Ana siente como una brisa que refresca su corazón. Ese hombre sudoroso y sucio ha apaciguado sus temores.
-¡Vayan a lavarse! Prepararé la cena.
Continuará...
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